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jueves, 7 de abril de 2011

06-04-11

Después de unos días de sequía, aquí estoy de nuevo, y en esta ocasión os enseño unas fotos mías recientes del viaje que hemos hecho a tierras Cacereñas.  Iré exponiendo de varios sitios y comentándolas, las primeras corresponden al Monasterio de Yuste, donde murió el emperador Carlos I de España y V de Alemania.
Según oímos en la visita al Monasterio, el Emperador estuvo muy poco tiempo en España, parece ser que solo le importaba la plata y el oro que venían de las américas para sustentar sus guerras en Europa, solamente cuando se encuentra enfermo y abdica viene a morir a este Monasterio de Yuste.

   

Esta la he titulado Sinfonía porque me transmite una autentica sensación de armonía, aunque se ven murallas sin un sentido aparente, la fachada principal del Monasterio, musgos y arboles. Todo en un aparente caos ordenado, en el que el color de la piedra es imitado por el musgo y la vegetación, y todos unidos en un armonioso silencio, son cómplices mudos que observan el pasar de los tiempos.



Esta es la misma fachada anterior pero en la que se observa la austeridad del edificio y de la orden religiosa que lo gobernaba, en este caso el Monasterio de Yuste estuvo habitado por los monjes Jerónimos hasta hace escasamente dos meses, fecha en que lo abandonaron y cedieron a Patrimonio Nacional.



La fuerte personalidad del Emperador unida a lo peculiar del lugar, parece traspasar el espacio y el tiempo, transmitiendo la sensación de que en los últimos días haría balance de sus guerras y de su vida por los rincones soleados del Monasterio.
Habría que destacar que fue el primer emperador en abdicar y dejar sus reinos en vida, además posiblemente fue el último rey medieval, ya que participó personalmente en las batallas que libró con sus enemigos. 



En una de las murallas del conjunto surge como del pasado este caño de agua fresca de la montaña, en el que seguramente y en mas de una ocasión el rey refrescaría sus manos envejecidas por el tiempo y por el peso de sus obligaciones.
Simplemente agua, que no sabe de reyes ni de plebeyos, ni de malos ni de buenos,....... solo agua que da vida.  

1 comentario:

  1. Por fin! ya te echábamos de menos!, como vienes poeta...me han gustado mucho estas fotos del monasterio, la verdad es que al mirarlas y al leer tus comentarios, transmiten exactamente lo que dices, serenidad y armonía. Buen retiro que se buscó este Emperador.

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