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jueves, 30 de mayo de 2013

Praga I 30-05-13.

Hola a todos, quiero daros las gracias por haber superado las 10.000 visitas y por la paciente espera de nuevas entradas.
Espero dejar atrás mis altibajos y coger carrerilla para seguir subiendo fotos, que tengo trabajo atrasado.

Hoy os enseño un poquito de Praga, es una ciudad realmente especial aunque muy diferente de las que estamos acostumbrados en esta parte de Europa.


Sobrevolamos los Alpes y el espectáculo está servido.



Buscando el centro nos vamos encontrado edificios impresionantes con sus característicos detalles dorados en fachadas y cúpulas.



Un cruz incrustada en el suelo empedrado de la plaza de San Wenceslao recuerda el lugar donde un joven estudiante se inmoló quemándose a lo bonzo en 1969, como  protesta por la invasión soviética.



Esta es la famosa plaza de San Wenceslao donde turistas y checos comparten un lugar emblemático, verdadero centro neurálgico de la ciudad.



La imponente torre central del Museo Nacional vigila imperturbable el discurrir diario de la vida en Praga.



En aparente caos, pero controlado, se entremezclan turistas, tranvías, coches, comercios, bancos y al fondo vigilante la Torre de la Pólvora. 



Salchichas, a todas horas de todos los tamaños y sabores. El cambio bajito 1 Euro 22 Coronas, porque aunque la República Checa pertenece a la Comunidad Europea todavía no se han incorporado al Euro.



Una curiosa forma de hacer el cochino, que no el cochinillo. Es un plato típico, primero lo cuecen en su jugo dentro del papel de aluminio y una vez quitado lo doran por fuera. Sinceramente me quedo con los de Segovia.


 
En cualquier esquina te encuentras edificios impresionantes, que llaman la atención de propios y extraños.



Iglesia de San Galo con las clásicas cúpulas rematadas por detalles dorados.



Callejuelas aledañas a la famosa torre del reloj, que asoma tímidamente al fondo.



Edificios y fachadas caprichosamente decoradas como si fueran casas de muñecas rodean esta plaza,  donde terrazas muy cuidadas sirven para reponer las fuerzas de los paseantes, degustando los productos de la tierra. 


Una ciudad para tenerla presente en el cuaderno de viaje y volver para seguir descubriendo sus rincones.

Espero que os hallan gustado.