Incorporo fotografías de Semana Santa de algunos detalles que pasan inadvertidos o forman parte de una visión general, pero que aislados toman la importancia que realmente tienen.
Un cirial bellamente labrado que se convierte en esta imagen en una verdadera joya.
El mismo cirial sirve de fondo para esta imagen de acólito esperando la llamada para continuar su marcha.
En posición de descanso la banda de música espera reanudar la marcha para seguir acompañando musicalmente al cortejo.
El penitente también espera iniciar su recorrido de penitencia, con la mirada perdida y sumido en sus pensamientos, religiosos o quizás no.
Algo muy español como son las mantillas que siempre llaman la atención, y que aunque en esta fotografía no se muestra el rostro de la mujer, sin embargo se adivina su belleza por la elegancia del tocado y por el delicado y sutil calado del velo.
En este caso si se ve el rostro en toda su dulzura y dolor a la vez de la Virgen de la Victoria, reflejando su amargura y resignación ante la injusticia que han cometido con su hijo.
La práctica de aislar estos detalles a simple vista la adquirimos con el tiempo y a base de hacer muchas fotografías, de forma que no tengamos que mirar a través de la cámara para verlos.
Es increíble como un cirial visto de muy cerca como nos has puesto, pueda ser tan bonito!! es que no parece un cirial vamos...son preciosas las fotografías que hay en esta entrada, la cara de la Virgen es impresionante, me ha gustado mucho!! A ver si me animo a hacer unas cuantas fotos y te las envío para ir aprendiendoi poco a poco de este mundillo tan mágico...Graciasss
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