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martes, 27 de diciembre de 2011

BLANCO Y NEGRO 27-12-2011

Hola amigos, hoy quiero enseñaros algunas fotos en blanco y negro de una serie hecha en una estación de cercanías de Madrid.
A mi me gusta particularmente el ByN porque suele tener una gran plasticidad, al no tener colorido nuestra atención se centra mas en la composición y en los volúmenes.


   
Los caminos de hierro son un motivo interesante para fotografiar, evocan viajes románticos y aventuras soñadas.




Siempre hay detalles interesantes en los que fijarse a la hora de buscar algo que nos motive para disparar nuestra cámara. 



Miradas perdidas, tiempos de viaje necesariamente perdidos y un entorno que mas bien parece escapado de una película futurista.




Un tren que, como el tren de la vida, arrastra vidas, sentimientos, problemas, felicidades, inquietudes, etc. . . . . . . un sin fin de situaciones personales y anónimas.



Gente que viene y que va intentando ganar tiempo al tiempo y haciendo honor a la premisa de nuestra época,    "el tiempo que se nos va".



Espacios vacíos y abarrotados en horas punta, fríos, brillantes e  inmaculados. Canalizando ríos humanos que se adelantan unos a otros para no perder "el tren".



Esperando el tren que les devuelva a su vida familiar, o que les lleve a una entrevista de trabajo, o que les descubra la aventura de un nuevo amor, de nuevas amistades, de nuevas sensaciones dulces y amargas.  




Antes de entrar dejen salir, en un imparable ir y venir de unos y otros, los de allí para acá y los de aquí para allá, en un continuo movimiento sin fin.



Todo es movimiento, todo es energía, tan solo un segundo de quietud para un elemento.   





Un tren que viene, otro que va, gente esperando inquieta, relajada, distraida, entretenida, ansiosa, ilusionada. El día a día en la estación de Sol.


Todas las fotografías son factibles de pasarlas a B y N, pero no todas ganan.

Espero que os hayan gustado, a ver lo que preparo para la próxima entrada.
Un saludo a todos.




jueves, 22 de diciembre de 2011

22-12-2011 Castillo de Peñafiel II

Hola de nuevo, espero que algunos esteis festejando que os ha tocado la lotería, siempre viene bién.
Como comenté en la anterior entrada, en esta os enseño la Torre del Homenaje del Castillo de Peñafiel, empezando con el resto de la historia del castillo.
 
Fernando III el Santo instituyó el señorío de Peñafiel para su hijo Alfonso X el Sabio, el cual lo transfirió a su sobrino, y nieto del rey santo, el infante don Juan Manuel. Éste fue quien se ocupó de la reedificación del castillo y del recinto amurallado en la primera mitad del siglo XIV. Algo después, siendo rey de Castilla Pedro I el Cruel, se suprimió el señorío y pasaron sus bienes a propiedad regia. De Juan I pasó el castillo a manos de Fernando de Antequera, y de las de éste a su hijo Juan II de Aragón. Siendo Juan todavía infante residió en el castillo durante algún tiempo, de forma que en él nació (1421) su primer hijo, Carlos, príncipe de Viana. En él también protagonizó una revuelta contra Juan II de Castilla, quien lo tomó en 1451 y ordenó su demolición. No obstante, en 1456 concedió a don Pedro Téllez Girón, Maestre de la Orden de Calatrava, los derechos sobre los restos del castillo, incluido el de su reedificación.




La torre está flanqueada por ocho torrecillas cilíndricas en sus ángulos y en el centro de sus lados, tiene 30 metros de altura y una base de 14,5 por 20 metros.



El acceso a la torre se realizaba mediante un puente elevadizo, para eludir las visitas no deseadas.





El interior de la torre consta de dos plantas abovedadas, dos cámaras y una escalera de caracol de planta cuadrada, de acceso a las plantas y a las almenas.





Actualmente es un puente fijo por el que se accede a la torre para evitar riesgos, ya que la entrada está a una altura considerable.




En los huecos o ventanales que se observan en la torre están los llamados "bancos festejadores", solían ser bancos perpendiculares al plano de las ventanas realizados en la misma piedra de la torre, servían para cortejar a las jóvenes del castillo o bién para sentarse a bordar las cortesanas ya que eran unas zonas tranquilas y bién iluminadas de la sala. 




En el escudo de armas de los Jirón se identifica, Castilla, León y como tres puntas de flecha, pero realmente son tres jirones  de pelo de caballo, y aquí la curiosa historia:

"En una de las batallas de la conquista de esta ciudad el caballo del rey Alfonso VI cayó muerto, viéndose el rey derrotado acudio en su ayuda el caballero Rodrigo González de Cisneros que desmontó y le dio su propio caballo al rey, pero para que no quedase duda arrancó tres girones de pelo a su caballo como prueba de su gesta. Concluido el tiempo de las refriegas, el rey le concedio en agradecimiento varios privilegios, y entre ellos el de llevar el apellido  Jirón y el de lucir en su escudo de armas los tres jirones."






Ya cuando se terminó la visita y me quedé un momento solo en la sala haciendo la ultima foto, me parecio adivinar en uno de los huecos de las ventanas unas sombras espectrales que miraban fíjamente.

Espero que este poquito de historia con imágenes os haya gustado.

Un saludo. 
 

sábado, 17 de diciembre de 2011

Castillo de Peñafiel 17-12-11.

Os enseño algunas fotografías del Castillo de Peñafiel, que desglosaré en dos entradas, y ahora un poco de historia.

(El origen de la fortaleza se remonta al siglo X, quedando constancia documental de su existencia en 943, cuando era rey de León Ramiro II. En 983 se apoderó de ella Almanzor, hasta que en 1013, fue reconquistada por el conde castellano Sancho García; a él parece que se debe el cambio del primitivo nombre de Peña Falcón por el de Peñafiel (en latín Penna Fidele); cuando el conde Sancho García lo toma a los árabes y pronuncia la célebre frase "desde hoy en adelante esta será la peña más fiel de Castilla". Las desavenencias matrimoniales entre Urraca de Castilla y Alfonso I el Batallador dieron lugar a que éste se viera sitiado en el castillo de Peñafiel en 1112 por las tropas de su esposa y, en otra ocasión, por las de su suegro Alfonso VI. Por entonces había sido alcaide de la fortaleza el burgalés Álvar Fáñez, primo hermano de Rodrigo Díaz de Vivar y personaje celebrado también en el Cantar de mio Cid.) 

 Continuará.



La forma del castillo se debe a la orografía del terreno y a la estrechez de la peña sobre la que se sustenta.




En esta fotografía se puede apreciar la diferencia de la piedra real con la reconstruida, que en este caso se ha obtenido a base de un hormigón realizado con trozos de la misma piedra, tomando de esa manera el mismo color que la original y que con el paso del tiempo se va igualando cada vez mas.




En esta otra imagen se aprecia tambien  la reconstrucción así como las aguerridas defensas que comprende el castillo.




Aunque en este caso esta parte del castillo tenía dos funciones, una evidente que era la defensiva y otra cruel, ya que en lugar de mazmorras húmedas y obscuras utilizaban estas torres como pudridero de los prisioneros que capturaban. 




El dichoso pudridero tenía una sola entrada, que es la que se ve en la fotografía. Tiraban al infeliz capturado por ese boquete al fondo de la torre y solo los sacaban con ganchos ya como restos, y que según alguna historia para no dormir, servían de comida para los cerdos. 
También se puede observar el tipo de aspillera o saetera que servía para la defensa desde las alturas.

En la última y polémica entrevista  realizada a Don Cayetano de Alba, comentaba que le gustaría haber vivido en esta época, no se si estaría de acuerdo con esto del pudridero.



Es una impresionante y solida construcción presidida por la grandiosa Torre del Homenaje, que según dicen se llama así porque servía para recibir y agasajar a otros señores feudales y reyes, pero que yo creo que toma este nombre por los "homenajes" que se daba el señor de turno a base de cochinillo, cordero y vino de la tierra.  



Y por ultimo mientras los visitantes admiran esta torre atendiendo a las explicaciones del guía, otra persona vigila atentamente que la niña no se lleve demasiadas piedras, no vaya a ser que luego las vayan a echar en falta.  


Bueno, bromas aparte espero que hayáis disfrutado de las imágenes y los comentarios y para la próxima entrada, el resto del castillo que será básicamente la famosa torre de los "Homenajes"  .







  


lunes, 12 de diciembre de 2011

Museo Provincial del Vino - Peñafiel 12-12-11.

El Museo Provincial del Vino de Valladolid se encuentra en la población de Peñafiel, fue ubicado en el castillo medieval de esta población en 1999 recibiendo una media anual  de 100.000 visitantes, amantes de la cultura y del enoturismo por ser esta región la cuna del vino Ribera de Duero.




Es una pena que no pueda enseñaros una foto del castillo completo, ya que el día que estuvimos hacía una niebla muy espesa y no daba opciones a tomar panorámicas. Opté por esta que os muestro de una maqueta que representa al castillo visto por la parte principal de la entrada y realizado con tapones de corcho. El castillo tiene forma de barco, a la izquierda de la imagen está el patio de armas en lo que sería la proa , en el centro se encuentra la torre del homenaje que correspondería al puente y a la derecha estarían las zonas de almacén y caballerías y que correspondería a la popa del supuesto barco.     



A la entrada del castillo unos visitantes un poco helados, porque además de la niebla hacía un frío que pelaba propio de la época y de la zona, vamos como para llevar armadura. 



Aquí podéis ver lo que os decía de la niebla. El castillo medieval se comenzó a construir en el siglo X con posteriores remodelaciones en los siglos XIV y XV y sirvió de elemento defensivo tanto para musulmanes como para cristianos, fue declarado monumento nacional en 1917. 





Esta es una vista de la plaza de armas desde la torre del homenaje, que alberga en su interior el Museo Provincial del Vino, es como si una grúa gigante hubiera colocado una enorme caja de madera ajustada en el interior de esta zona del castillo.





En este caso el guía explica todo lo relacionado con el castillo a lo largo de la historia, desde el techo de lo que es el museo y ante la atenta vigilancia de la torre del homenaje.  






Son unas instalaciones muy modernas en las que se celebran visitas y catas guiadas. Al margen de utensilios y todo lo que es habitual en este tipo de museos existe un audiovisual donde un personaje va recorriendo las distintas etapas de la historia como si se hubiera escapado de cada una de ellas, comentando todo lo relacionado con el vino en cada momento. 





Botellas, decantadores y un sinfín de recipientes que a lo largo de la historia han servido para almacenar y servir los vinos de la tierra.




Sobre este moderno botellero una curiosidad olfativa, dentro de unos cilindros de metacrilato están metidos unos tarritos de esencias, que acercando la nariz y girando una trampilla al uso sale el aire del interior y se pueden apreciar los aromas que los entendidos captan en las catas que realizan de los distintos vinos.  Hay muchísimos olores, unos muy evidentes como el chocolate o la vainilla y otros mas difíciles de identificar como la trufa, junto a cada elemento hay una trampilla tapando el nombre de la sustancia que olemos para verificar si hemos acertado o no.

Hasta aquí parte del castillo y el museo, en el siguiente el resto del castillo con su historia, sus lugares y su niebla. 

Espero que os haya gustado, un saludo a todos.  



viernes, 9 de diciembre de 2011

Molino de Palacios 07-12-11.

Aquí estoy otra vez para llevaros a un lugar que tenía pendiente en mi agenda, es el restaurante Molino de Palacios en Peñafiel. Un lugar encantador, con una luz especial donde comer es un placentero cúmulo de sensaciones, y donde el personal se esmera en lo agradable de la visita .
Os recomiendo el sitio aunque en días festivos es mejor reservar mesa antes de ir.



Un enclave único en uno de los margenes del  río Duratón en Peñafiel, es un paraíso de agua y vegetación aunque un poco frío. 



Aunque el exterior es frío propio de la zona en que se encuentra, el interior respira calidez y la sensación de estar en un ambiente muy acogedor. 




Los tonos propios del entorno los tierras y ocres del barro y las piedras, así como el dorado de los asados y el rojo de los vinos, combinan entre sí creando este ambiente tan agradable.    





Es una delicia asomarse a cualquiera de sus ventanas para admirar el entorno del río e inundarse del aroma a encina quemada de las chimeneas circundantes.  




Un rincón abovedado de piedra que recuerda épocas pasadas de historia de castillos o abadías, pero vuelves a la realidad en el momento en que tomas una copa de vino, o  te dispones a degustar alguno de los platos típicos de la zona.  





Sobre una piedra de molino este bodegón que parece haber escapado de alguna pintura antigua, sorprende al visitante por su profusión y colorido.

 



En un entorno espectacular, este molino del que hay datos desde el siglo XVI, se convierte en un lugar especial donde los caldos de  RIBERA DE DUERO y el LECHAZO se convierten en identidad gastronómica de la zona.

 

Y por último esta vista del bosque que rodea al molino, idealizada y asemejando un bosque dorado donde los colores del otoño confieren una calidez especial.   

Espero que os haya gustado esta entrada y por encima de todo visitar este sitio si tenéis oportunidad, merece la pena.   www.molinodepalacios.com  

En la próxima entrada veremos el castillo de Peñafiel.
Un saludo.