La ultima parada en Tui y ya preparados para emprender la jornada, con ilusión y con ganas.
Duro camino, piedras viejas, pequeñas aldeas y verde por todas partes. Una constante en el Camino de Santiago.
Otra constante en el camino son las Hortensias, que de forma silvestre acompañan al peregrino con su colorido y frescura.
Un respiro para admirar este rincón que parece sacado de algún cuento de bosque encantado. Un puente ajado y gastado por el paso del tiempo y de los peregrinos, mudo testigo de la historia.
Otra parada entre carvallos y helechos, entre camino y cielo, entre tierra y verde.
Y por fin llegamos al final de la primera etapa, Redondela que después de tantos kilómetros nos parecía que estaba en el fin del mundo.
Espero que os hayan gustado, hay mas, ya las iré enseñando poco a poco.
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