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jueves, 22 de diciembre de 2011

22-12-2011 Castillo de Peñafiel II

Hola de nuevo, espero que algunos esteis festejando que os ha tocado la lotería, siempre viene bién.
Como comenté en la anterior entrada, en esta os enseño la Torre del Homenaje del Castillo de Peñafiel, empezando con el resto de la historia del castillo.
 
Fernando III el Santo instituyó el señorío de Peñafiel para su hijo Alfonso X el Sabio, el cual lo transfirió a su sobrino, y nieto del rey santo, el infante don Juan Manuel. Éste fue quien se ocupó de la reedificación del castillo y del recinto amurallado en la primera mitad del siglo XIV. Algo después, siendo rey de Castilla Pedro I el Cruel, se suprimió el señorío y pasaron sus bienes a propiedad regia. De Juan I pasó el castillo a manos de Fernando de Antequera, y de las de éste a su hijo Juan II de Aragón. Siendo Juan todavía infante residió en el castillo durante algún tiempo, de forma que en él nació (1421) su primer hijo, Carlos, príncipe de Viana. En él también protagonizó una revuelta contra Juan II de Castilla, quien lo tomó en 1451 y ordenó su demolición. No obstante, en 1456 concedió a don Pedro Téllez Girón, Maestre de la Orden de Calatrava, los derechos sobre los restos del castillo, incluido el de su reedificación.




La torre está flanqueada por ocho torrecillas cilíndricas en sus ángulos y en el centro de sus lados, tiene 30 metros de altura y una base de 14,5 por 20 metros.



El acceso a la torre se realizaba mediante un puente elevadizo, para eludir las visitas no deseadas.





El interior de la torre consta de dos plantas abovedadas, dos cámaras y una escalera de caracol de planta cuadrada, de acceso a las plantas y a las almenas.





Actualmente es un puente fijo por el que se accede a la torre para evitar riesgos, ya que la entrada está a una altura considerable.




En los huecos o ventanales que se observan en la torre están los llamados "bancos festejadores", solían ser bancos perpendiculares al plano de las ventanas realizados en la misma piedra de la torre, servían para cortejar a las jóvenes del castillo o bién para sentarse a bordar las cortesanas ya que eran unas zonas tranquilas y bién iluminadas de la sala. 




En el escudo de armas de los Jirón se identifica, Castilla, León y como tres puntas de flecha, pero realmente son tres jirones  de pelo de caballo, y aquí la curiosa historia:

"En una de las batallas de la conquista de esta ciudad el caballo del rey Alfonso VI cayó muerto, viéndose el rey derrotado acudio en su ayuda el caballero Rodrigo González de Cisneros que desmontó y le dio su propio caballo al rey, pero para que no quedase duda arrancó tres girones de pelo a su caballo como prueba de su gesta. Concluido el tiempo de las refriegas, el rey le concedio en agradecimiento varios privilegios, y entre ellos el de llevar el apellido  Jirón y el de lucir en su escudo de armas los tres jirones."






Ya cuando se terminó la visita y me quedé un momento solo en la sala haciendo la ultima foto, me parecio adivinar en uno de los huecos de las ventanas unas sombras espectrales que miraban fíjamente.

Espero que este poquito de historia con imágenes os haya gustado.

Un saludo. 
 

1 comentario:

  1. Talmente como un libro abierto, narras las historias unidas a las imágenes. Así tenían que enseñar Historia en los colegios...
    Como siempre, un privilegio compartir la visita y poder recordarla a través de tu blog.
    Gracias.

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